Historia:
En 1950 los hogares estaban constituidos por el padre, la madre y ocho hermanos, era fácil encontrar un par de juegos, los hermanos aprendían a compartir, competir y relacionarse estando juntos en casa. A diferencia de la actualidad los padres solo quieren tener un hijo, máximo dos, lo que afecta el aprendizaje de las relaciones sociales en los niños, aumenta las actividades extracurriculares como deportes y arte con el fin de brindar a los hijos el aprendizaje de las relaciones sociales.
Aunque es una buena alternativa nunca puede reemplazar las relaciones que se dan con un hermano con quién se aprende el valor del perdón, en la integración de las múltiples peleas y reconciliaciones, la tolerancia por los programas de televisión, la música, la comida, aspectos que le preparan para la vida en comunidad y los ambientes laborales.
Cuando un niño es hijo único es más fácil tener privilegios, horarios especiales y cada día más difícil aprender a compartir, tolerar la diferencia, esperar su turno para hablar, los padres son autoridad y se relacionan con ellos desde su autoridad y los compañeros de colegio y actividades extracurriculares no son permanentes por lo que es difícil aprender las normas de convivencia.
Consecuencias:
1. No aprender a tolerar la diferencia
2. Esperar que siempre se haga lo que dice
3. Dificultad para manejar conflictos
4. Mal manejo del fracaso
Manejo:
1. Incorpórelo en actividades extracurriculares
2. Tenga reglas claras en la casa y hágalas cumplir
3. Dele responsabilidades con su cuarto, arreglo personal, objetos personales
4. Dele una responsabilidad en la casa que cumpla de manera permanente
Mónica Ceballos Recio Psicóloga/ psicoterapeuta Bogotá Colombia
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