sábado, 17 de noviembre de 2012

¿Ídolos de los ninos?


Historia:

Educar hijos en casa permite evitar la influencia de otras ideas y culturas familiares, sin embargo también están los medios de comunicación que llegan a su casa sin invitación, conversan con sus hijos permeando el modelo de crianza que ha querido implantar.

La infancia y la adolescencia son dos etapas en las que los niños se muestran muy vulnerables ante la influencia de los ídolos musicales o del deporte [1] , “los populares“, maestros/as o familiares especiales y las consecuencia de su influencia se evidenican en el fenómeno de la imitación de sus figuras ideales; toman prestada su forma de vestir, hablar, sus gestos.

Es normal, sin embargo conviene establecer límites para evitar la obsesión excesiva que pueda ocasionar la confunsión del si mismo con el del ídolo y favorecer el desarrollo de la autonomía y el sentido común más allá de la moda o la fama.


Relación con el desarrollo:

Para explicar la formación de ídolos en la infancia es necesario reconstruir el proceso de maduración psiquica en un ser humano, ampliamente documentado por los fundadores de la psicología profunda, popularmente conocido como el COMPLEJO DE EDIPO.

El complejo de Edipo hace referencia al descubrimiento de la diferencia de los  genitales entre el padre y la madre que lleva al nino a una seria de investigaciones y elaboración de teorías por medio de las cuales se explica esa diferencia.

Durante ese proceso, desde la perspectiva de Lacan, tanto el nino como la nina renuncian a su primer objeto de amor: LA MADRE y van en busca del padre, el varón renuncia a la madre para identificarse con el padre y su vida adulta encontrar una mujer como su madre para él.

En la nina este proceso pasa por una decepción que puede llevar a tres vías posibles y finamente se identifica con el carácter femenino lo que le lleva a encontrar un hombre para ella.

De este porceso quedan dos sustratos: el yo ideal y el ideal del yo. Para este fin hablaremos del ideal del yo que, según Freud surge de la idealización del yo y las identificaciones con los padres, sus substitutos y los ideales colectivos y que es un modelo al que el sujeto intenta ajustarse.

Lo que explica la fascinación amorosa, dependencia y  sumisión al líder, casos todos en los que una persona ajena es colocada por el sujeto en el lugar de su ideal del yo.

A su vez la idealización también tiene un papel defensivo siendo en esencia una defensa contra los instintos destructores. Ya que el ideal parte de un asesinato inconsiente, su solución lleva a reprimir la agresividad original producto de la rivalidad con el padre.

La misma cantidad de energia invertida en ese sentimiento se transforma en lo contrario: amor, de allí que protégé de las emociones reprimidas socialmente. El ídolo impone pautas de comportamientos, modos de hablar, de decir, maneras de vestir  casi llega a convertir ese especial vínculo en un ritual.[2]


Manejo efectivo:

En la crianza y educación de los hijos conocer de este tema permite entender la responsabilidad que se tiene en la educación de los hijos.

Un dicho popular “los hijos son los mayors jueces de los padres“ implica la difícil verda que los hijos se identifican con aspectos de los que nos sentimos orgullosos y otros aspetos que no nos gustan tanto de nosotros mismos.


Mónica Ceballos Recio
Tp. Registro No. 12086
Psicóloga Psicoterapeuta, Maestra en Salud Mental y Clínica Social Universidad a Distancia de León España
Contacto celular 320 6763237 - 4623547



[1] http://pequebebes.com/la-influencia-de-los-idolos-en-los-ninos/