martes, 28 de mayo de 2013

Si .. en sus quehaceres


Historia:

La pregunta recurrente ¿durante cuanto tiempo debo acompanar a mi hijo en la realización y consolidación de sus hábitos de autocuidado?, es recurrente.

En lenguaje sencillo:

1.     ¿Por cuánto tiempo le enseno a banarse?
2.    ¿Cuánto tiempo le acompano sus tareas y de qué manera?


Significado de la historia:

Educar un hijo primero no se ensena en ninguna parte, segundo viene demandado desde una experiencia muy particular de un aprendizaje familiar que se transmite como un legado de la generación anterior a la nueva.

Cada padre transmite a un hijo, a cada uno, un mensaje particular y cada hijo establece una relación particular con su padre/ madre.

Así que muchas preguntas de cuando, como, donde pueden ser contestadas de manera general por lo que es lo común del desarrollo en esas épocas. Sin embargo no puede desconocerse las necesidades particulares y la vinculación única que tiene un padre/ madre con cada hijo.

Si bien un hijo no siempre genera bienestar, pues requiere cuidados, esfuerzo y dedicación si satisface la necesidad de cuidar y dar a otros lo que se ha recibido por un tiempo.

La vinculación profunda con un hijo y su conocimiento son fundamentales para identificar esos límites de no retorno a partir de los cuales ya dominan ciertas habilidades y pueden continuar en la conquista de su independencia de nuevas.  

Consecuencias para el desarrollo:

Si bien es cierto que existen ciertos pasos que todos los individuos de la especie van incorporando y asumiendo de la misma manera que otros lo hicieron en otro tiempo. O en palabras de un científico del desarrollo Vygostsky “la filogenia recapitula la ontogenia“. Que no tiene otro significado que el desarrollo de un individuo desde que es engendrado en el vientre de su madre hasta que pasa por cada una de las etapas del desarrollo hace un recorrido similar al que han hecho sus antepasados, por lo que también otro teórico afirma “la mente del infante se parece a la del hombre primitivo que da sentido a lo que desconoce con explicaciones mitológicas“.

En el proceso de su gestación hasta el alumbramiento, de las primeras conquistas de los sentidos a la de las letras, de los primeros pasos a las carreras y danzas el nino/a va provando su propia fuerza y el padre/ madre pasa de la protección al susto y luego la sorpresa el jubilo y el orgullo.

Dicho así suena fácil, sin embargo no se vive siempre de esa manera. Cada nueva conquista afecta de manera desigual a cada miembro de esta pareja. Ni a todas las parejas por igual.

Algunos padres o madres son tranquilos otros se preocupan en exceso, algunos creen que sus hijos son más grandes y pueden asumir más responsabilidades de las que en realidad logran y les corresponde.

Ahora la medida sigue dándola el hijo/a.

Los padres/ madres son tema recurrente en la vida de todo individuo. Por exceso o por defecto generan una impronta en la vida de ese individuo.

Cada uno recordará algo que le impacto, algo que espero y no recibió, algo que aborreció por exceso.

Así que si en los extremos esta la ausencia o el exceso es probable que la mejor opción sea la línea media a partir de la cual ni se asfixia ni se peca por defecto.

A la pregunta ¿hasta cuando debo dejar de acompanar a mi hijo/a a hacer tareas?

Transfórmela en una investigación a partir de la cual ayude a su hijo por aproximaciones sucesivas a lograr incorporar cada vez más y mejores herramientas para organización de su tiempo de trabajo, planeación de sus actividades, adquisición de responsabilidades en el ejercicio mismo de repetir el esfuerzo.

A este punto la pregunta pertinente ¿Cómo se forma un hábito?


1.     Se muestra
2.    Se acompana
3.    Se sigue
4.    Se exige

Los niveles de mostrar y acompanar se llevan hasta que ellos empiezan la pubertad con la  mielinización del lóbulo frontal y así la posibilidad de incorporar y desarrollar el pensamiento abstracto a partir del cual puede planear, anticipar sus acciones.

A partir de tal momento empieza el proceso de seguimiento y exigencia.

Pasar demasiado rápido de mostrar a exigir puede sembrar inseguridad y sentimientos de inadecuación.


Manejo efectivo:

Como educar un hijo, si bien no somos la primera generación que lo hace y espero no la última por que sigue siendo una preocupación actual.. en parte los avances de los descubrimientos de la ciencia en todos los campos lleva a aprendizajes que no se pueden desconocer e ignorar seria un gran error.


Mónica Ceballos Recio
Psicóloga Psicoterapeuta, Maestra en Salud Mental y Clínica Social Universidad a Distancia de León España. En formación en Psicoterapia Gestalt
Bogotá Colombia                                                                                                         Para consultas llama a estos números 3206763237
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