jueves, 14 de enero de 2010

CRIAR ES VOLVER A CRECER CON LOS HIJOS


Cuando tuve mi primera hija, una amiga psicóloga me dijo que educar y criar a un hijo era como volver a crecer, como psicóloga lo entendí. "Claro, cuando los niños están pequeños las madres compartimos sus horarios, dormimos y despertamos con ellos".

Había entendido una pequeña parte de lo que significaba volver a crecer con ellos, a medida que mis hijos han ido creciendo vuelvo a replantear situaciones de mi propio proceso de dejar de ser bebe, para ser niña, volverme jovencita y ahora ser una mujer adulta.

Aun es parte de la comprensión de la complejidad que significa la afirmación que cuando nuestros hijos crecen volvemos a crecer. Cada relación es una acción a tres bandas: una interna consigo mismo, una externa en la relación con nuestros hijos y otra más externa y compleja en la cultura que nos permea e integra.

Cuando nació mi hija volví a ser pequeña con ella, pero también actualice todas las vivencia con mi madre y me volví madre con mi madre, pero además recapitule los aprendizajes de la escuela, universidad y vida para ser la mediadora de la cultura en la solución de problemas y preguntas cotidianas de mi hija, con mi hija y para mi hija.

Ayudar a una pequeña a volverse grande demanda ternura, comprensión, compasión. Pero también saber a dónde vamos a llevar esa barca. Es como hacer un pastel que si es de naranja; tendrá naranja, entre los otros ingredientes, claro pero si confundimos la sal con el azúcar ,nos quedará otra cosa o tal vez .. avena en vez de harina de trigo, será otra cosa.

Cuando los padres educan a sus hijos es necesario compartir sus experiencias de vida y expectativas que tienen con sus hijos. pues de lo contrario, pensarán que educan el mismo para todos los hijos y no ser cierto, cada uno educa el hijo que tiene en la cabeza. Dando mensajes distorsionados acerca de lo importante en la casa, las reglas y los horizontes que componen.

En conclusión educar un mismo hijo requiere los siguientes ingredientes:

Mucho amor, claridad de normas que compongan las rutinas diarias y en su repetición diaria construyan habilidades y formen los hábitos que a fuego lento serán los pilares de la estructura valorativa y de personalidad de su hijo/a, base del juicio crítico y de personas seguras, felices y claras en sus necesidades, principios para tomar decisiones favorables para sí y para otros.