Cuando los niños ingresan al colegio se ponen en juego las habilidades que hasta ahora han desarrollado y les permitirán enfrentar el reto.
Los niños enfrentan con alegría los retos, disfruta las nuevas reglas, sentirse grande, ver sus avances y aprendizajes.
Son los primeros en darse cuenta que ya no son los bebes que hace un año eran son los niños y le dan pistas a sus padres como: "dejame a mi, por que me dices lo que tengo que hacer", pistas que los padres no entienden, ya sea por no querer aceptar que ya "se acabaron los bebes" o por la seguridad que han adquirido en el acompañamiento de su hijo y mantienen por más tiempo del necesario los cuidados de la primera infancia.
A medida que los niños crecen pasan de la dependencia física, psiquica, afectiva, económica y social de sus padres a la intependencia e interdependencia. La primera conquista es el movimiento, el lenguaje y el contron de esfinter, lo que se manifiesta en los niños con la primera afirmación de su dignidad que corresponde a las primeras pataletas sonoras de los tres años.
Cada conquista lleva un nuevo reto y una nueva responsabilidad, pasar del jardín al colegio puede llegar a ser un rito de paso de ser bebe a la primera infancia con la conquista del lenguaje, el control de esfinter y el movimiento se suma una nueva conquista: las pequeñas responsabilidades del colegio, aprender a leer y escribir y a hacer amigos.
Cuando los padres favorecen el transito de ser bebe a ser niño de la primera infancia abren la puerta con la confianza en las capacidades de su hijo a lograr los nuevos retos y disfrutar las nuevas conquistas a las que este se va a enfrentar.